En paz me acostaré, y asimismo dormiré;Ese versículo, lo tengo en memoria, lo he repetido miles y miles de veces. Es mas, lo repito todos los días antes de acostarme. Pero nunca lo repito después de levantarme. El sueño de uno, muestra mucho. Si puedes dormir, es que estas confiado. Sino, es que tienes estrés. Unos se estresan mas fácil que otros. Yo particularmente, soy de los que se estresan fácil.
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Salmos 4:8
Mi mama dice que desde niño peleaba con el sueño. Y mi sobrinito es bien parecido. El tiene dos años, y es todo un proceso para acostarse. Primero empieza a rascarse los ojos, después empieza con patadas, lloriqueo. Hasta que por fin se rinde y se duerme. A veces lo mejor es rendirse. O mas bien, rendirlo a Dios.
Lo que me llama la atención del versículo es lo ultimo: Vivir confiado. Tal vez debería repetir ese versículo después de levantarme. Aprender a vivir confiado en Dios. No es fácil confiar en alguien que no podemos ver. ¿Porque Dios nos creo ojos, sino podemos ver a Dios con los ojos? Ricardo hoy dijo algo que se llama Fe. Y esos son nuestros ojos. Y yo personalmente como Ricardo dijo, le estoy pidiendo a Dios: aumentame la Fe. Porque necesito confiar en Dios.
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