En Hechos encontramos la historia de Pablo en Atenas. Personalmente es una de mis historias favoritas y no solo eso; es algo que creo que cada uno de nosotros vivimos cada día. La historia tiene varios aspectos:
- Un mundo idolatra.
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. Hechos 17:16Es cierto, aquí no tenemos a nadie adorando estatuas. Pero, si tenemos un mundo en la esclavitud del pecado. Es nuestro diario vivir en la universidad, colegio, trabajos etc. Una de las excusas más típicas de no predicar es porque pensamos que no nos van a escuchar, vamos a ser rechazados y no servirá de nada porque igual nadie aceptara. Este ejemplo de Pablo en Atenas, es un caso extremo, pónganse en los pies de Pablo, ¿será que montón de personas en pecado e idolatras van a querer escuchar a Dios? Ahora ponte en tus zapatos: ¿mis amigos van a querer escuchar de Dios?
- Siempre habrá dos tipos de personas.
Más algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos. Hechos 17:34Yo solo te diré algo, que aun en el lugar donde puede haber más pecado y menos interés, siempre habrá alguien que necesita escuchar de Dios. ¿Qué tal que si? Por no haber hablado esa persona no recibió a Dios. Siempre vas a recibir una respuesta, la otra o ambas. Pero siempre recuerda, ¿Qué tal que si? Y así un alma más será rescatada.
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