Estaba leyendo Lucas y me encontré con un nacimiento que me encanto. Esta vez no era el de Jesús sino el de Juan el Bautista. Su nacimiento en primera instancia fue un milagro. Su madre era estéril y de edad avanzada. Lo otro es que desde antes que naciera, tenía un propósito enorme. Dios ya tenía planes para él, planes grandes. Y el otro es que cuando nació, su padre que era mudo, a causa de que no creyó que su esposa iba salir embarazada, hablo. Y no solo hablo sino que dio una profecía hacia su hijo.
Juan estaba destinado a muchas cosas, desde antes de nacer, cuando nació y cuando creció todo eso se cumplió. Te digo algo, tu también. Y no desde antes de nacer, sino desde incluso antes de la fundación del mundo. ¡Dios ya tiene un plan y un propósito para ti! Un propósito que Dios pondrá en tu corazón a su tiempo, conociendo Su voluntad. ¡En Él haremos Proezas!
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